La insidia: ya a sido aceptado, ya ha asentado su presencia en la costumbre, casi podría decirse que es parte de mi persona, pero descubro su insidia, su inagotable insidia y no me repongo, no puedo si no mirarlo y ver como hace de los objetos que yo creía amigos míos sus secuaces, puede uno ver como se vuelven mustios como de manera solapada ruedan lentamente hasta caer al suelo, con una terquedad dura se convierten en obstáculos insalvables, el bastón que comienza en convertirse en una extensión del brazo puede ser inamovible cuando yace en el piso, no se deja levantar, mete un extremo bajo el refrigerador, no se deja rotar, cosas que en otras situaciones hace casi por si solo, la silla del escritorio también se vuelve indómita.
TIGRES EN EL JARDIN
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Como un ascua de odio te hemos visto en la aurora,
como un trigal de cielo derramado en la vega,
y hemos sorbido el agua que tu contacto dora
y ese arom...
Hace 14 horas
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