viernes, 24 de octubre de 2008

Diario del Dolor.- Hoy no quiero saber nada

Cuando el desanimo se impone: es la falta de palabras, como definir esta nueva situación, pasajera dicen algunos, todo se va arreglar dicen los mas que además dicen, Dios me salva, el desanimo es como una laguna cuyo horizonte no se alcanza a distinguir por que la neblina lo cubre, uno mira y se convierte en esa neblina, donde comienzo y termino yo, en la orilla del desanimo y a la espalda del dolor que no me toca pero esta ahí mirando hacia la neblina también, un momento de suspensión en el vacio, vacio de sentido en las palabras, rehabilitación es una de ellas, pero no tiene una realidad verdadera, solo en las películas se rehabilita uno y termina siendo un héroe, en la vida real se es simplemente una persona adolorida, operación es otra, lo único que tiene esa palabra es una luz blanca, enceguesedora y desconocida, resulta escalofriante, escritura, esa cae a los pies con una alegre tinta negra, a tiendas le levanto buscándole el derecho y el revés, hay que saber como se usa, hoy , ahora, en esta situación, Julio Cortázar pareciera dictarme las instrucciones, alísela sobre un papel en blanco, retírese un poco para poder captar su sentido, no deje que se le junten demasiadas vocales y menos consonantes, no utiliza la lógica que le va a decir que alinea las letras por tamaño por formas, una P junto a una F, una H junto a una Ñ, a la distancia procure encontrarles algún diseño que le indique por donde seguir, ya que evidentemente esa neblina no la lleva a ningún lado, no o si.

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