Los amaneceres: hay 3 tipos, el diabólico, el adolorido, el normal con dolorcitos, es en el transcurso de la noche cuando me va diciendo o murmurando el dolor como será el día siguiente, cuando abro los ojos no lo se, se me ha olvidado o a lo mejor no me lo ha dicho, pero basta el menor movimiento para saber cual será, una sensación total del cuerpo no cabe nada mas, los sueños se evaporan igual que los planes para el día, no es que queden cancelados simplemente desaparecen es esos momentos, comienza el lento recorrido del cuerpo por cada unos de sus sectores para saber por donde no hay que pasar, me siento observado con atención a medida de cada movimiento, con que podría comparar esto, tal vez podría ser con la ropa que me pongo, cada prenda dicta la forma con que se va uno a mover, "ahh me puse los pantalones estrechos, este suéter es el de las mangas demasiado largas", nunca en mi vida he logrado que la ropa se experimente igual, cuando es cómoda es de chiripada y uno se aferra a una playera, una chamarra, lo que sea, la vida es lo menos burocrática que he conocido, cuando tomo el primer sorbo de café ya me conozco en mi versión de seguir, y estoy dispuesto ha empezar su transcurso con lentitud y placer hasta donde se pueda, la tensión de dolor se disipa.
ACEPTACION
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Saliste a la terraza
pensando que la brisa de la noche
podría devolverte al que eres siempre.
Mas la tibieza que en tu cuarto había
era un ámbito ,allí...
Hace 1 hora
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