El espacio: tiende a querer ocupar todo el espacio, desplazarlo a uno por completo y muestra su cara agresiva cuando uno no lo ve, uno no lo deja que invada por completo por miedo, ya no es tanto el dolor lo que intimida si no su agresividad, llega a ser tan extrema que uno despliega una nueva actitud la rabia, una rabia inmensa, pareciera entonces que uno lo saca a patadas de la conciencia, pero el dolor a conseguido su objetivo, todo nuestro ser esta consiente de el no cabe nada mas, y por eso lo empezamos a experimentar otra vez como que no quiere la cosa, pequeñito insidioso casi burlón, entendemos mi cuerpo y yo que el espacio ya no es nuestro, tampoco es del dolor es de los 2 y hay que aprender a compartirlo.
DESTIERRO
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Hablábamos la lengua
de los dioses, pero era también nuestro silencio
igual al de las piedras.
Éramos el abrazo de amor en que se unían
el cielo con la ti...
Hace 4 horas
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