He pedido perdón muchas veces, y siempre me perdonaron. Lo curioso es que nunca aparté un tiempo para hablar conmigo mismo y decirme bien a la cara, que lo siento, por todas esas veces que no pude aunque quise. Por todas esas veces que me fallé a mí mismo. Por todas y cada una.
APOCALIPSIS
-
Ella no es Pomona. Ni, como las Danaides,
una daga dorada oculta entre los senos.
Ella no es Calíope, aunque sea la voz y la belleza.
Y aunque, como las N...
Hace 2 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario