Seis años ya de tu llegada mi niño, y el tiempo va pasando muy rápido, ojalá se detuviera y nunca crezcas, que siempre te quedarás pequeño y te pidiera cuidar toda la vida. Felicidades mi pequeño campeón.
Muchas gracias por venir -te dije-
y entendí por fin lo profundo
del sentido de vivir sabiendo
que fui el primero en tocarte en el mundo.
Y dejaste de llorar en cuanto me oiste
la cita fue puntual sobre el trigal sentados.
el secreto está en que lo escencial es invisible
en tanto tus labios abracen lo que tus brazos besen.