A menudo los hijos se nos parecen, así nos dan la primera satisfacción, esos que se menean con nuestros gestos, echando mano a cuanto hay a su alrededor, esos locos bajitos que se incorporan, con los ojos abiertos de par en par, sin respeto al horario ni a las costumbres, y a los que por su bien hay que domesticar, "niño deja ya de joder con la pelota", "niño que eso no se dice, que eso no se hace, que eso no se toca", cargan con nuestros dioses y nuestro idioma, nuestros rencores y nuestro por venir, por eso nos parecen que son de goma, nos empeñamos en dirigir sus vidas, sin saber el oficio y sin compasión, les vamos transmitiendo nuestras frustraciones, con la leche templada, nada ni nada puede impedir que las avance el reloj, que decidan por ellos que se equivoquen, que crezcan y que un día nos digan adiós. =D Para Iker y mi puerca, los amo.
EBRIEDAD DE SOL
-
Vente conmigo a esta caliente fosa,
al hueco en que un arcángel nunca anida:
es foso de leones o manida
de sangre, no de pétalos de rosa.
Aquí los hue...
Hace 14 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario