He pedido perdón muchas veces, y siempre me perdonaron. Lo curioso es que nunca aparté un tiempo para hablar conmigo mismo y decirme bien a la cara, que lo siento, por todas esas veces que no pude aunque quise. Por todas esas veces que me fallé a mí mismo. Por todas y cada una.
DIAS DE 1901
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Esto era lo que había de excepcional en él:
a pesar de su vida disoluta,
de su larga experiencia del deseo
y de la habitual correspondencia
con que en él...
Hace 23 horas
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