Nuestro amor no esta echo de cristal no se agrieta no se quiebra, con algún viento de sal, son las manos en la piel cual arcilla roja, yo me cueso bajo tu sol y una sombra cae a refugiarme cuando ya no estas y esta primavera tiende el suelo donde el corazón pernotara hasta escuchar tu voz, como he de negar tu aura en soledad, tu ausencia no me queda cuando me recuerda que existes, yo soy tuyo desde aquí donde siento haber vivió lo que tuve que vivir, yo soy tuyo desde que aprendí a morir, junto con tu ansiedad y el miedo de sentir, tu me aliada en el coraje, y aun cuando estas tan lejos con la noche en tu mirar, al otro lado de la luna te espero cual latente te espero, pues cuando vuelves vuelve mi hogar.
NARCISO 70
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Cuando abro los periódicos
(perdón por la inmodestia, pero a veces
un poco de verdad
es más alimenticia y confortante
que un par de huevos a la mexicana)
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Hace 22 horas